En muchas ocasiones, el consumidor no conoce con exactitud el significado que se esconde detrás de cada una de las denominaciones legales de los alimentos: ingredientes, formas de elaboración e, incluso, contenidos mínimos. Esto sucede a la hora de elegir las mermeladas, ya que es fácil dudar entre tomar una mermelada o una confitura por no saber qué diferencia hay entre ambas.
Otra de las dudas que pueden surgir a la hora de elegir un tipo u otro de mermelada se origina porque hay nuevas versiones con menos azúcar que, sin embargo, siguen manteniendo el característico y buscado sabor dulce. El hecho de que las mermeladas no incluyan entre sus ingredientes azúcar no significa siempre que sean bajas en calorías.